Pensando y centrándose.

-Cazador de los Tutshill Tornados? - pregunte a un chico cuando iba a practicar un poco de quidditch. La verdad no esperaba ver a alguien ai

-Ja, ja - dije riendo falsamente, pero aun con una sonrisa divertida - Tal vez... pero seguramente somos la mejor cazadora y la mejor buscadora que los Tornados - segui sonriendo

Tenía pensado hacer una pequeña excursión al bosque, por lo que llevaba ropa cómoda y el cabello atado en una coleta alta. Aflojaba los hombros, los brazos y hacia rotación de cabeza. Al no conocer aquel lugar, no sabía qué me encontraría, y cuánto debería agacharme o esquivar ramas bajas. De todos modos llevaba mi varita, por si algún animal inesperado decidía que cenaría "Arlette al horno".
Era consciente de mi paranoia, pero no la podia evitar. Sobre las lindes del bosque, me encontré con una chica y un chico, que charlaban. ¿Me preparaba para algo inesperado? Bueno, habia tenido razon en esperarlo, pero descubrí que mi varita no me serviría de mucho para socializar.
Al estar bastante cerca, lo suficiente como para que pudieran oírme sin necesidad de alzar tanto la voz, los saludé.
- Hola - dije, simplemente.

-Ya lo veremos - sonrei de lado y le saque la lenua infantil.
-Tampoco te creeas que me dejare que me quites la Quaffle - lo mire sonriendo, aun con los brazos cruzados y oi como una chica nos saludaba.

-Hola - la salude tambien y mire de reojo a Andy para volver a sacarle la lengua de nuevo.

Pestañeé. ¿Cómo sabía mi nombre? Ah, claro. Tambien es del equipo. Andy, si no me equivocaba. Sonreí a modo de respuesta cuando el chico hizo alusión a los jugadores de los Tornados. Luego, siguió hablando. Evidentemente, habia llegado en la mitad de una entretenida conversación.
- Un gusto - le dije a la chica, inmediatamente después de que Andy me presentara, y justo antes de que continuara hablando.

Escuchaba a Andy sonriendo, divertida.
-Si, bueno, preparate para cuando te quite la Quaffle - empuje a Andy leve y debilmente, jugando - Y como dijiste, "por el momento" son el equipo con mas jugadores - sonrei
-Un gusto, tambien - dije a Arlette estrechandole la mano

Observé como se trataban ellos dos. Apostaría lo que fuera a que se conocían desde hace años. Alcé las cejas y sonreí, divertida, al contestar.
- Apenas si tuve tiempo de desempacar. Llegué ayer - les expliqué. Aunque eso ya lo sabrían, no habia forma de que supieran que traía media casa en el baúl, y que dedicaba mucho tiempo a poner todo perfectamente ordenado en su lugar. Una manía que tenía de pequeña.

Todo habia pasado tan rapido (??), sentia como Andy me estrujaba en sus brazos y despue sme comenzaba a hacer cosquillas
-Ey! no! para! - decia entre risas, mientras trataba de apartar sus manos para que dejara de hacerlo - Malo - le saque la lengua cuando al fin pude quitarlo - Venganza por las cosquillas - sonrei y en unos cuantos segundos ya estaba en su espalda, tapandole los ojos.
-Entonces llegaste ayer? - mire a Arlette mientras seguia tapando los ojos de Andy, con una sonrisa divertida - Yo llegue hace unos 2 dias... - me mordi el labio

No pude evitar reír.
- El nombre me suena - le seguí el juego a Andy, sonriendo y negando con la cabeza. Debía admitir que era entretenido ver la especie de lucha libre en la que participaban estos dos.

-Aleera? - fingi que no conocia el nombre
-Me suena, ¿que no es la persona que te quitara la Quaffle tan pronto comienze el partido? - sonrie de lado, mientras veia como mandaba sus manos hacia atras, en un intento de hacerme cosquillas para que me bajara de su espalda.
-Jajaja! no! deja! deja! - rei y solte una mano, agarrandome del hombro izquierdo de Andy para no caerme y tratar de detener sus manos con mi mano libre
-Y si yo... - rei - Estoy loca... - volvi a reir - Entonces tu eres el director de la escuela de locura (???) - rei por mi tonto comentario

- Claro, Aleera hara eso, te quittara la Quaffle y te derribara, ella es muy buena - le sonrei infantil, cuando me volvio a hacerme cosquillas y yo de nuevo trataba de quitar sus manos.

-Jamas admitire eso - le saque la lengua para despues volver a reirme - Y ya estas loco, cariño - rei y senti su abrazo - Me asfixias - dije entre su abrazo, definitivamente el tenia mucha mas fuerza que yo, pero aun asi haria lo posible por vencerlo - Hey! nadie se mete con mi pelo - le volvi a sacar la lengua mientras trataba de arreglarme el pelo que el ya habia desordenado - Eres imposible... - le dije riendo, haciedome una coleta alta, improvisada, dejando caer unos cuando mechones sueltos y despues cruzandome de brazos, niña.

Me carcajeé suavemente, y luego los miré a ambos, negando levemente con la cabeza.
- A ver, ¿Qué les parece si se ponen a prueba? - sugerí. Ya que tanto discutían quién le quitaría la Quaffle a quién, y teniendo en cuenta que Andy tenía la pelota requerida - ¿Juegan un mini-partido? - les pregunté, esbozando una media sonrisa. Si querían, yo podría hacer de árbitro mientras Aleera y Andy se disputaban la posesión de la Quaffle.

-Pareciera como si fuera la unica persona que amas molestar - rei, aun tratando de arreglarme el cabello mientras escuchaba la propuesta de Arlette y lo que decia Andy

-Claro, me encantaria un partido - sonrei desafiante a Andy - Alguien trae una escoba de mas? - me rasque la nuca, riendo infantil

Fue muy perspicaz por parte de Aleera el tema de las escobas, viendo que ninguno de los tres la llevaba consigo.
Me mordí levemente el labio y los miré.
- Si me dicen dónde están sus escobas, puedo ir a buscarlas antes que digan <<Quidditch>> - dije, alzando las cejas y dando un paso en dirección al castillo. La verdad me moría de ganas de montar en mi Saeta.. la habia comprado especialmente cuando me enteré del colegio al cual asistiría. Aunque mi antigua escoba seguia recibiendo el cariño que merecía, claro.

Arrugué el ceño, simulando enojo. ¿Cómo podía saber yo que la tenian tan a mano? Quien sabe, tal vez las escobas estaban bajo llave o algo. No estaba al tanto del grado de obsesión que tenían los otros chicos. Por suerte, la ventana de mi habitación habia quedado abierta.
- Accio Saeta - dije, apuntando con mi varita hacia el castillo. Ya con mi preciada escoba al hombro, le sonreí a Andy al mejor estilo "Viste? Sí podía hacerlo", bromeando, obviamente.